No es una pretensión a este término corregir, pero sí es una pretensión la digresión sobre éste que no es más que un objeto curioso.
Una mirada hacia atrás en la vida del ser humano -mi ser humano- me da una idea que quiero compartir que viene bien mientras veo el espejo que dice Joel, un viejo sabio, también silenciosamente histérico, que no admitió la duda. Y Quisiera creer pero me han adjudicado -o más bien quiero creer que así lo hicieron-, un escepticismo genuino aunque obstinado en discusiones de cafetería.
Estoy de frente al ordenador en el que escribo y si pierdo la mirada hallo la silueta de alguien que, en tiempos de Platón o que más bien él dijo: “lo que sucede atrás de mí, es la realidad. Las sombras que veo reflejadas es solo una imagen distorsionada de aquella”. Qué disonante es visualmente el mundo cuando lo observo a 130 km/h., una velocidad ya muy rápida para vivir.
¿Sería algún tipo de máquina del tiempo oír dos veces el mismo sonido? Una pregunta sin estado civil pero si lo suficientemente ciudadana para este pensamiento que ya es retró-grado, se actualiza a cada instante. Mas considero parar. Aunque si no retro-dacto no retro-greso si de concluir se trata. Me retro-alimento de la misma forma en que lo hace el medio por el cual se reflejan las vibraciones emitidas por un cuerpo desnudo que se manipula. ¿Resueno? ¿Reverbero? Sí. Y tal vez porque voy con frecuencia al pasado consciente e inconscientemente o qué se yo del conflicto que pondera mi humana tendencia. El planeta resuena consecuente con sus huéspedes mas su abnegación a las notas que la estremecen es evidente por la forma en que se manifiesta. He visto como estallan algunos cristales expuestos a un aria de soprano que iguala a la frecuencia en que está aquel vidrio. Todo tiene su afinación especial y la necedad llega hasta tal punto que la decodifica para su beneplácito causando el imprudente efecto.
Voy en una autopista que tiene como único fin, el del control de mí mismo y observo por el espejo del universo sin que se me ponga una infracción por ir con un ebrio y piojoso conductor llamado con el alias de ‘el’ que no deja de ser un pronombre mientras enloquece y hostiga el viaje.
Soy joven pero contemporáneo con mi vejez que a su vez versa en la complejidad de las hipertesis que plasmo distribuidas en diferentes conjuntos casi disjuntos. Lamento el hecho pero si mal no recuerdo, no he llegado hasta aquí por elocuencia sino por reflejo. Solo algo se interpuso en el camino de algo que dejamos atrás que al caer en cuenta, viéndolo por medio del pequeño tele-visor[*], volví al pasado ocasionándole la muerte. Si el que va adelante también está haciendo lo mismo puede que nos perjudique. “Objects in mirror are closer than they appear”.
La palabra o prefijo Retro, implica una acción de volver en el tiempo y por ende quisiese mejor decir, Revisor.
publicado en http://www.elclavo.com/
Ilustración Willington Giraldo -El Clavo-
a La Orden,
Regulador
Una mirada hacia atrás en la vida del ser humano -mi ser humano- me da una idea que quiero compartir que viene bien mientras veo el espejo que dice Joel, un viejo sabio, también silenciosamente histérico, que no admitió la duda. Y Quisiera creer pero me han adjudicado -o más bien quiero creer que así lo hicieron-, un escepticismo genuino aunque obstinado en discusiones de cafetería.
Estoy de frente al ordenador en el que escribo y si pierdo la mirada hallo la silueta de alguien que, en tiempos de Platón o que más bien él dijo: “lo que sucede atrás de mí, es la realidad. Las sombras que veo reflejadas es solo una imagen distorsionada de aquella”. Qué disonante es visualmente el mundo cuando lo observo a 130 km/h., una velocidad ya muy rápida para vivir.
¿Sería algún tipo de máquina del tiempo oír dos veces el mismo sonido? Una pregunta sin estado civil pero si lo suficientemente ciudadana para este pensamiento que ya es retró-grado, se actualiza a cada instante. Mas considero parar. Aunque si no retro-dacto no retro-greso si de concluir se trata. Me retro-alimento de la misma forma en que lo hace el medio por el cual se reflejan las vibraciones emitidas por un cuerpo desnudo que se manipula. ¿Resueno? ¿Reverbero? Sí. Y tal vez porque voy con frecuencia al pasado consciente e inconscientemente o qué se yo del conflicto que pondera mi humana tendencia. El planeta resuena consecuente con sus huéspedes mas su abnegación a las notas que la estremecen es evidente por la forma en que se manifiesta. He visto como estallan algunos cristales expuestos a un aria de soprano que iguala a la frecuencia en que está aquel vidrio. Todo tiene su afinación especial y la necedad llega hasta tal punto que la decodifica para su beneplácito causando el imprudente efecto.
Voy en una autopista que tiene como único fin, el del control de mí mismo y observo por el espejo del universo sin que se me ponga una infracción por ir con un ebrio y piojoso conductor llamado con el alias de ‘el’ que no deja de ser un pronombre mientras enloquece y hostiga el viaje.
Soy joven pero contemporáneo con mi vejez que a su vez versa en la complejidad de las hipertesis que plasmo distribuidas en diferentes conjuntos casi disjuntos. Lamento el hecho pero si mal no recuerdo, no he llegado hasta aquí por elocuencia sino por reflejo. Solo algo se interpuso en el camino de algo que dejamos atrás que al caer en cuenta, viéndolo por medio del pequeño tele-visor[*], volví al pasado ocasionándole la muerte. Si el que va adelante también está haciendo lo mismo puede que nos perjudique. “Objects in mirror are closer than they appear”.
La palabra o prefijo Retro, implica una acción de volver en el tiempo y por ende quisiese mejor decir, Revisor.
publicado en http://www.elclavo.com/
Ilustración Willington Giraldo -El Clavo-
a La Orden,
Regulador
[*] Cabe recordar que la palabra TELE viene de la raíz griega LEJOS, DISTANTE.
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