Naked Lunch

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Chord Planting

Thursday, December 3, 2009

MONTEBELLO

Transportadora de Alimentos


Inventario de Improperios

“¡Ah! Ej que, ¿No vas a pagar? ¡Mal-parido! ¡Vení hijueputa! Vení. Tea-ja veni gratis pe doble hijueputa. Poco hombre. ¿Te vaj a ir sin pagar, marica? ¿Querés que te azote? Dame tre lucas ya pe dame tre lucas ya pe marica hijueputa (…) decí algo flaco malparido te enciendo (…)” mientras me decían esto me iba quedando sin pena. “Dale pe montate montate…” dice otra voz, un mayor que yo en ética.

Eso me recitó la necedad hecha carne meciéndose desde el pasa-manos, donde se ancla aquella muestra gratis de hombre, el aborto perdido de su madre, si no es que no es más feo que pegarle a Dios, en fin, mientras caminaba con mi querida madre después de bajarme de “su” Montebello, parece el dueño, sin pagar los dos mil pesos que me exigía por un trayecto de la cra. 86 con calle 70 hasta antes de comenzar la clínica Valle del Lilí (que no alcanzan a ser 10 ó 15 metros).


El Asesinato

Viajar en el bus-discoteca, que ya se parece a la “Casita del Terror” con todas esas lucecitas de neón y con su divertida forma de conducirnos al accidente, es la razón por la que, mamado, como los bultos de papa llegan a la galería después de su travesía, le enterré las uñas de la mano derecha, con las mismas que toco la guitarra, en sus ojitos brincones y se los saqué de sus cuencas. A ver cómo hace para cobrar los pasajes de otras vidas.

Cerca al caño que queda al lado de la clínica tiré al hombrecito camisa a cuadros, jean blancuzco, zapatos finos. La ira era tal, que no bastándome con dejarlo con sólo el recuerdo de ver, le estampillé una piedra que parecía un yunque, de esos de Warner Brothers en la cabeza y como para quedar sin dudas de que vivía, le abrí sus bolsillos para robar la base que le da el chofer para dar vueltos más unos centavitos que tenia por ahí.

Todo esto ocurrió en mi imaginación mientras caminaba rodeando Carrefour con mi madre hecha nervios y diciendo: “Luis Felipe, tres mil pesos se hacen rápido. En cambio tú no tanto”. O sea que cuando volví en sí de la ira, la ira mediocre, la que no hace daño y sólo balbucea, me di cuenta de que mi mamá le había pagado al ayudante de buseta los tres mil pesos oro.

Apéndice[1]

Jaime Bayly dijo que algunos no cometemos un crimen por asuntos de moral sino por falta de tiempo. Y tal vez si no hubiese ido con mi querida madre, en la misma situación, y sin dudarlo dos veces... me habría quedado quietecito por que soy un cobarde.

Tal vez ser un cobarde consciente me ha permitido seguir en esta jaula de locos donde si no tolero, no me divierto.

En cuanto a todo el parque automotor Montebello, los van a sancionar… los van a sancionar… por imprudentes.




A la Orden,
Regulador.



[1] Como el cabello en el cuerpo humano, extensión que está más por estética que por útil; por eso le doy a este subtitulo y a su contenido este nombre, ya que si de algo sirve pensar así será por mera belleza y no por certeza.

1 comment:

  1. No es cobardia!. El no igualarse a la imprudencia e intolerancia, es ser inteligente!

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